martes, 4 de noviembre de 2008

Obama y McCain me estan volviendo loco.


Esta mañana me he levantado tempranito, me tomé un colacao y arreglé mi borrico. Cuando estaba encima de mi compañero de vivencias, me aseguré de llevar mi dni encima. A un trote constante que más quisieran los burrotaxi de Mijas, llegamos a mi colegio electoral. Cuando entré, me dirigí al tablón de anuncios para mirar en que mesa tenía que ejercer mi derecho a voto, pero solamente vi listados de alumnos donde en Geografía, Margarita Rodríguez había aprobado y Roberto González sacaba un cero pelotero. De pronto, sonó un fuerte timbre y fui arrollado por cientos de alumnos que me golpearon con sus mochilas y que tardaron un par de minutos en desaparecer en otras clases. Al verme allí aturdido, Benigno el conserje de toda la vida, vino en mi auxilio. Le dije que venía a votar como es mi deber. Él muy amablemente, me me ha contado que todavía quedan tres años para las elecciones, que yo no me llamo ni Mike Smith, ni Steve Perry, ni Jonh Wayne que me llamo Rafael, que no tengo una tía en Ohio que la mía reside en Cuenca, que no tengo un Cádilac del 79 que tengo un burro del 90 y que no desayuno Sandwiches de crema de cacahuete, que desayuno pan tostao con manteca colorá en el bar de Ramón. De allí me fui al médico, asustado le he contado a Don Javier lo que me ha pasado y me ha recetado que no encienda la tele hasta después del Carnaval.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

das pena.

Anónimo dijo...

Desde luego no eres el único que está hasta la "pipitilla" de las elecciones en USA. Gracias por plasmarlo con tanto humor.
No, no das pena, das sonrisas.

Anónimo dijo...

Enhorabuena, buenísimo!!! Por fin leo algo con sentido hoy.

Anónimo dijo...

muy bueno, me ha encantao, yo tambien estoy harta!!